domingo, 10 de octubre de 2010

Cuando Dios Creó a la Mujer

Cuando Dios creo a la Mujer ya era el sexto día de la creación.

En eso llega un Ángel y le pregunto:
¿Porque gastas tanto tiempo en esta creación?

¿Has visto las hojas de instrucciones especiales para ellas?

Según las especificaciones ella tiene que ser lavable, pero sin ser de plástico.
Tiene que funcionar aunque sea con agua y sobrantes de comidas anteriores.

Tiene que poseer un beso que pueda curar cualquier cosa, desde una rodilla raspada hasta un corazón roto.

Tener un regazo que pueda acomodar a cuatro niños a la vez, y todo esto lo hará solamente con dos delicadas manos.

El ángel se maravillo de los requisitos -¡Solamente dos manos! -imposible…

¿Y este es solo el modelo estándar?

Es demasiado trabajo para un día, espera a mañana para terminarla

¡No! Estoy tan cerca de terminarla y se a metido tan dentro de mi corazón…

Ella se cura sola cuando esta enferma
Y puede trabajar días de 18 horas si su familia lo necesita.

Pero la has hecho tan suave señor… Dijo el Ángel

Es suave dijo Dios, pero fuerte no tienes idea de que es capaz de lograr o aguantar…

¿Será capaz de pensar??? Dijo el ángel

Dios contesto: No solamente será capaz de pensar sino también de razonar y negociar.

El ángel noto entonces algo extraño y alargando la mano toco la mejilla de la mujer, Señor parece que este modelo tiene una fuga, te dije que estabas tratando de poner demasiadas cosas en ella.

Eso no es una fuga, es una lagrima, lo corrigió el señor.

¿Para que sirve una lagrima? – Dijo el ángel

Las lagrimas son su manera de expresar su pena, su dicha, su desengaño, soledad, sufrimiento…

Esto impresiono al ángel… Señor la mujer es verdaderamente maravillosa!!!

Lo es, la mujer tiene fuerzas que maravillan a los hombres, aguantan dificultades, llevan grandes cargas, e incluso en su vientre creare la vida.

Sonríen cuando quieren gritar y cantan cuando quieren llorar.

Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas.

Luchan por lo que creen y se enfrentan a la injusticia, y no aceptan un no por respuesta cuando hay una solución mejor.

Se privan para que su familia pueda tener , aman incondicionalmente, lloran cuando sus hijos triunfan…

Su corazón se rompe cuando muere una amiga y sufren con la perdida de un ser querido.

Sin embargo son fuertes cuando piensan que ya no hay mas fuerza.

Pero hay un defecto en la mujer…

Se le olvida cuanto vale…

martes, 21 de septiembre de 2010

Evangelio Martes 21-09-10

En aquel tiempo vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
"Sígueme".
El se levantó y lo siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo,
preguntaron a los discípulos:
"¿Cómo es que su maestro come con publicanos y pecadores?"
Jesús lo oyó y dijo:
"No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Vayan y aprendan lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Palabra del Señor.

Reflexion

Hoy el senor me pide que me vuelva a levantar, que salga de ese estado de tibieza
-del «ir tirando» o «ir a medias» en el que me quedo cuando descuido la
lucha por vivir un plan de vida, por aprovechar el tiempo, por hacer
apostolado, por hacer una pequeña mortificación cada día. Un medio crucial
para mantenerme de pie en la lucha, para seguirte y seguirte de cerca, es el
examen de conciencia. «Avanzad siempre, hermanos míos. Examinaos cada día
sinceramente, sin vanagloria, sin autocomplacencia, porque nadie hay dentro
de ti que te obligue a sonrojarte o a jactarte.

Examínate y no te contentes con lo que eres, si quieres llegar a lo que
todavía no eres. Porque en cuanto te complaces en ti mismo, allí te
detuviste. Si dices ¡basta!, estás perdido» (San Agustín). Si cada noche me
pongo en tu presencia y hago un poco de examen de conciencia -dos o tres
minutos- repasando cómo he vivido el día, me daré cuenta de por dónde
flaquea mi vida espiritual, y podré volver a empezar una y otra vez. Si
cuido el examen de conciencia, con tu ayuda, podré mantener siempre una vida
interior vibrante y encendida.

Proposito del día

"compartir con alguien alguna experiencia que haya tenido con el señor".

viernes, 27 de agosto de 2010

Actividades Santisima Trinidad

REUNION DE ACCION SOCIAL

FECHA: Miércoles 1 de Septiembre
HORARIO: 6:45pm
LUGAR: Parroquia

Reunion de los coordinadores de Accion Social de todas las comuinidades.


Eucaristia Contemplativa

FECHA: Jueves 2 de Septiembre
HORARIO: 8pm
LUGAR: La Capilla del Santisimo


Creo en Dios Padre

FECHA: Sábado 4 de Septiembre
HORARIO: Sabado 8am a 5pm y Domingo de 8am a 12pm
LUGAR: Casa Curial

Creo en Dios Padre 1er retiro del ciclo del Credo Costo :$700 pesos Incluye Almuerzo para mas informacion llamar al 809-565-3476

Retiro Creo en el Hijo

FECHA: Sábado 4 de Septiembre al Domingo 5 de Septiembre
HORARIO: Sabado a las 8 am. a 5:00pm , Domingo 8am a 12pm
LUGAR: El Carmelo

Creo en Dios Hijo 2do. Retiro del Credo, en donde el personaje principal es Dios Hijo en su paso en la Tierra desde su nacimiento hasta su muerte y resurreccion. Costo:$700 pesos por persona Incluye :Almuerzo y refrigerios.

Creo en el Espíritu Santo

FECHA: Sábado 4 de Septiembre al Domingo 5 de Septiembre
HORARIO: Sabado de 8am a 5pm y Domingo de 8am a 12pm
LUGAR: el carmelito

Retiro del Espiritu Santo 3er. Retiro del ciclo del Credo Costo: $700 pesos por personas Para inscripcion llamar al 809-565-3476

Reunión Coordinadores

FECHA: Miércoles 8 de Septiembre
HORARIO: Miercoles de 6:45pm
LUGAR: Salon Parroquial

Reuniones de Coordinadores de comunidades

Misa de Sanación

FECHA: Miércoles 8 de Septiembre
HORARIO: 8:00pm
LUGAR: Salon Parroquial

Misa de Sanacion , Presidida por el Padre Jaime Corujo.


RETIRO REENCUENTRO

FECHA: Viernes 10 de Septiembre al Domingo 12 de Septiembre
HORARIO: salida a las 3:00PM desde la parroquia , llegada a las 12:pm
LUGAR: CENTRO PASTORAL LA SALLE EN JARABACOA

En este retiro sentiras una nueva experiencia con un reencuentro con Dios contigo mismo y con los demas, date ese espacio de sentirte y reconocerte. Costo: $3000. pesos P/pesona Lugar :Jabacoa Llamamos para tu reservacion con tiempo , cupo limitado.


CONVIVIENCIA DE ABUELITAS

FECHA: Sábado 11 de Septiembre al Domingo 12 de Septiembre
HORARIO: Sabado de 8am a 5pm , Domingo de 8 a 12pm
LUGAR: el carmelito

Convievencia de Abuelitas Gran oportunidad de vivir una experiencia divertida y de gran conocimiento de esta etapa tan especial de nuestras vidas. Costo : $1000 pesos Incluye Almuerzo y Refrigerios.

Taller De formacion Para Nuevos Ministros de La comunion

FECHA: Sábado 11 de Septiembre
HORARIO: Sabado de 8 a 12:30pm
LUGAR: Salon Parroquial

Costo : 400 pesos por personas

Creo en la Iglesia

FECHA: Sábado 11 de Septiembre al Domingo 12 de Septiembre
HORARIO: Sabado de 8am a 5pm, Domingo de 8am a 12pm
LUGAR: Casa Curial

Retiro de la Iglesia 4to y ultimo retiro del Ciclo del Credo Costo : $700 pesos por persona Inscripciones en el 809-565-3476

Taller para Proclamadores

FECHA: Sábado 18 de Septiembre
HORARIO: Sabado de 8am a 12:30pm
LUGAR: Salon Parroquial

viernes, 13 de agosto de 2010

Oración y Próposito del día

" Señor Jesús,me encuentro en un mundo que se mueve y cambia cada dia. Quiero que seas tú el ancla que me fije cuando todo a mi lado va con la corriente. Te pido que ilumines mi camino, me adviertas de los peligros, y me socorras cuando me encuentre perdido. Te pido que, como la brujula, me indiques donde estoy y a donde voy. Gracias, Señor." Amen.

Proposito del día

"Examinar mi vida en la luz de la vida de Jesús, identificar las diferencias, y decidir como eliminarlas."

Lo que Dios unió no lo separe el hombre, Mateo 19, 3-12.

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: ¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo? Él les respondió: ¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer, y dijo: “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne”? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Ellos insistieron: ¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse? Él le contestó: Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así. Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer -no hablo de prostitución- y se casa con otra, comete adulterio. Los discípulos le replicaron: Si ésa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse. Pero Él les dijo: No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga.


Reflexión


¿Qué pensaría Jesús de todos los que hoy aprueban el divorcio como algo bueno y normal? Como en aquella ocasión, les ayudaría a entender qué es realmente el matrimonio y luego les enseñaría a defenderlo contra todos los ataques.

El matrimonio cristiano no es sólo una convivencia entre un hombre y una mujer que se quieren. Es mucho más. Es un sacramento, es decir, algo sagrado y querido por Dios. Luego es compartir un proyecto de vida para alcanzar la felicidad en esta vida. Pero si no hay proyecto, si no hay amor verdadero, si los hijos son un estorbo y no una alegría... ¿qué tipo de matrimonio es ese? Seguramente conocerás alguna pareja que haya dejado morir el amor, por pura rutina, por no saber que el matrimonio es una experiencia cargada de pequeños detalles, de gestos: un regalo, una sonrisa, una comida inesperada, una oración en familia... ¡Hay tantos medios para caldear el amor en el matrimonio!

Lo que Dios ha unido no debe separarse, porque un divorcio, en lugar de traer paz, trae mayor amargura y dolor, destrozando también la felicidad que merecen los hijos. Es siempre mejor intentar sacar adelante los problemas familiares que sucumbir ante ellos. Además contamos con la ayuda de Dios y de los consejeros que ha puesto a nuestra disposición (un sacerdote, una religiosa, un catequista, etc.)

lunes, 12 de julio de 2010

Evangelio Lunes 12-07-10, Lectura del santo Evangelio según Mt 10,34-11,1

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y enemigos de cada cual serán los que conviven con él.

El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa».

Y sucedió que, cuando acabó Jesús de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

Relexión

Jesús empieza dando a conocer el efecto de su enseñanza. Más allá de los efectos positivos, evidentes en la actuación del Señor, el Evangelio evoca los contratiempos y los efectos secundarios de la predicación: «Enemigos de cada cual serán los que conviven con él» (Mt 10,36). Ésta es la paradoja de vivir la fe: la posibilidad de enfrentarnos, incluso con los más próximos, cuando no entendemos quién es Jesús, el Señor, y no lo percibimos como el Maestro de la comunión.

En un segundo momento, Jesús nos pide ocupar el grado máximo en la escala del amor: «quien ama a su padre o a su madre más que a mí…» (Mt 10,37), «quien ama a sus hijos más que a mí…» (Mt 10,37). Así, nos propone dejarnos acompañar por Él como presencia de Dios, puesto que «quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado» (Mt 10,40). El efecto de vivir acompañados por el Señor, acogido en nuestra casa, es gozar de la recompensa de los profetas y los justos, porque hemos recibido a un profeta y un justo.

La recomendación del Maestro acaba valorando los pequeños gestos de ayuda y apoyo a quienes viven acompañados por el Señor, a sus discípulos, que somos todos los cristianos. «Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo...» (Mt 10,42). De este consejo nace una responsabilidad: respecto al prójimo, debemos ser conscientes de que quien vive con el Señor, sea quien sea, ha de ser tratado como le trataríamos a Él. Dice san Juan Crisóstomo: «Si el amor estuviera esparcido por todas partes, nacerían de él una infinidad de bienes».

viernes, 9 de julio de 2010

Evangelio Viernes 9-07-10, Mateo 10, 16-23

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "Yo los envío como ovejas entre lobos. Sean, pues, precavidos como las serpientes y sencillos como las palomas.

Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin, se salvará.
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Yo les aseguro que no alcanzarán a recorrer todas las ciudades de Israel, antes de que venga el Hijo del hombre".

Reflexión

Ante la lectura de este pasaje podríamos preguntarnos: ¿Por qué habrían de perseguir a los seguidores de Jesús? ¿Por qué me han de perseguir a mí? La respuesta la da el mismo Jesús (en el evangelio de Juan): "Si a mí me persiguieron, a ustedes también los perseguirán". Esta persecución es debida a que la vida cristiana muchas veces se opone radicalmente a los intereses egoístas del mundo. Por eso cuando una persona verdaderamente se convierte en un "discípulo" de Jesús, dado que sus criterios y valores se regulan por el Evangelio y su vida es dirigida por el Espíritu Santo, los amigos, a los cuales les gusta mantener conversaciones obscenas o irreligiosas, frecuentar lugares inconvenientes o realizar acciones contrarias a la moral y principios cristianos, comenzarán a rechazarlos, a no invitarlos y a excluirlos del grupo de "amigos". Lo mismo si el cristiano hace manifiesto su "discipulado" en la oficina, viviendo las normas de la justicia muchas veces no encontrará apoyo en sus compañeros, e incluso, si llega a oponerse radicalmente a la injusticia, puede hasta perder el puesto. Efectivamente la vida cristiana no siempre es fácil, pero es la única vida que proporciona al hombre la verdadera paz y la alegría interior que no tienen fin.

Hoy más que nuca Jesús necesita de hombres y mujeres fieles al Evangelio que sean capaces de testificar ante los demás su amor por él. No tengas miedo, él nos ha ofrecido que estará con nosotros y que en ese momento seremos asistidos por la fuerza y el poder del Espíritu Santo.

Oración

Señor quiero hacerte util. Te pido ayudarme a profundizar y entender tu palabra. Pero mas todavia, te pido hacerme manso y sumiso a tus inspiraciones y asi convertirme en un instrumento digno y preparado que puedas usar para llegar a los que todavia no te conocen. Quiero ser tu discipulo, un instrumento de tu amor; y repartir tu paz por todo mi alrededor. Amén.

Proposito del día

Buscar Transmitir la paz a mi alrededor.

jueves, 8 de julio de 2010

Oración

Señor, abre nuestros ojos, dejanos ver las maravillas que hacias antes, conviertenos en siervos tuyos que te permitan hacer tu voluntad con la libertad y la dedicacion que quieres hacerla. Levanta mas y mas servidores que te sirvan con un corazon completo y sincero. Amén.

Proposito del día

Hacer un acto de entrega de mi voluntad a Dios para que me use como él quiera.

Evangelio Jueves 08-07-10, Lectura del santo Evangelio Mateo 10, 7-15

En aquel tiempo, envió Jesús a los Doce con estas instrucciones: "Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.

No lleven con ustedes, en su cinturón, monedas de oro, de plata o de cobre. No lleven morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bordón, porque el trabajador tiene derecho a su sustento.

Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable y hospédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar, saluden así: "Que haya paz en esta casa". Y si aquella casa es digna, la paz de ustedes reinará en ella; si no es digna, el saludo de paz de ustedes no les aprovechará. Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacudan el polvo de los pies. Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad".

Relexión

De nuevo Jesús, ahora en otro contexto, advierte del peligro de rechazar el anuncio del Reino. Este es quizás uno de los grandes problemas por los que atraviesa nuestra sociedad: el rechazo del anuncio evangélico. Ciertamente este rechazo no es expreso, sin embargo esta pereza de ir a misa, de asistir a retiros, de no involucrarse en la parroquia, de no estar abierto a la instrucción de la Iglesia (obispos, sacerdotes, del mismo Papa), expresa con bastante claridad el rechazo que el mundo y nuestra sociedad hacen del anuncio del Reino.

Por otro lado, si bien es cierto que no hay una negativa concreta de hospedar a un ministro de la palabra (sea sacerdote o laico), en muchos de los cristianos se nota una falta de interés por cooperar abiertamente en la proclamación del Evangelio; no se nota este compromiso en donde uno pone a la disposición del Reino su persona e incluso sus propios bienes, a fin de que el mensaje del Evangelio se difunda. Debemos estar atentos, pues la advertencia de Jesús es clara: "Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad".

Busquemos siempre la manera de aceptar la invitación de Jesús a una conversión más profunda y de cooperar para que toda nuestra comunidad pueda conocer y vivir el mensaje del Reino.

lunes, 21 de junio de 2010

Retiro Creo en el Espiritu Santo

FECHA: Sábado 26 de Junio al Domingo 27 de Junio
HORARIO: sabados 8am -5pm y domingo 8am-12pm
LUGAR: El Carmelo

3er. Retiro del Credo, donde el Espíritu Santo es es gran protagonista. Almuerzo incluido. Llevar Biblia , Catecismo , y Liturgia de las Horas Costo : $700. por persona


X TORNEO DE GOLF SANTÍSIMA OPEN CLASSIC

FECHA: Sábado 26 de Junio
HORARIO: 830am.
LUGAR: Metro Country Club

Vuelve el Xmo. Torneo de Golf Santísima Open Classic Sábado 26 de Junio de 2010 a las 8:30am en Metro Country Club Inscribete ahora mismo llamando a la Parroquia o enviando un email a santisimaopen@mac.com para obtener el formulario.


Eucaristia Contemplativa

FECHA: Jueves 1 de Julio
HORARIO: 8pm
LUGAR: La Capilla del Santisimo


Convivencias de Abuelitas

FECHA: Sábado 3 de Julio al Domingo 4 de Julio
HORARIO: sábados 8am -5pm y domingo 8am-12pm
LUGAR: el carmelito

Convivencia para Abuelas de cualquier edad. Los temas serán relacionados a la relacion con la familia politica, nueros, hijos y sobre la crianza de los nietos. Se exhorta a continuar disfrutando de la vida cuando los hijos se van, la vida no acaba mas por el contrario empieza. Se les demuestra su rol y valor en la familia y en la sociedad. Costo : $1000. por persona

Creo en la Iglesia

FECHA: Sábado 3 de Julio al Domingo 4 de Julio
HORARIO: sábados 8am -5pm y domingo 8am-12pm
LUGAR: El Carmelo

4to. y ultimo retiro del ciclo del Credo. Favor de llevar: Biblia, catecismo y Liturgia de las Horas Almuerzo Incluido. Costo : $700 pesos.

Creo en Dios Padre

FECHA: Sábado 3 de Julio al Domingo 4 de Julio
HORARIO: sabados 8am -5pm y domingo 8am-12pm
LUGAR: Casa Curial

1er. Retiro del Credo Almuerzo Incluido Llevar Biblia, Catecismo y Liturgia de las Horas. Costo $700 pesos

Pensamiento Para Ti Mujer -"Joven Cristiana"

En una ocasión leí esto y llegó a mi corazón de una forma tan especial que no puedo dejar de compartirlo contigo.
> "El corazón de una joven debe estar tan oculto en CRISTO, que un hombre debe buscarlo a Él primero para encontrarla a ella".
> Una joven cristiana debe tener a Cristo tan visible en su vida, que para verla a ella, deben ver a Cristo primero.
> Si las jóvenes de Hoy entendieran y desearan de todo corazón aplicar esto a sus vidas. otra cosa sería.
> Desean compañeros maravillosos, buenos amigos, buenos amantes, buenos esposos, buenos padres. Pero ¿Dónde le buscan? ¿A quiénes les dan oportunidad de acercarse? ¿A quiénes escogen?
> Luego al pasar el tiempo resulta ser que se han unido a alguien que no es lo que esperaban. Lo más probable pretendían cambiarles lo cual No es cierto pues somos como somos; o se auto engañaron y no vieron más allá ni conocieron lo suficiente antes de llegar al matrimonio; como para poder desecharlo a tiempo.
> ¡Joven Soltera! si todavía estás a tiempo, mira bien de qué estás REVESTIDA, cuál es tu filtro para probar a ese joven que te busca como compañía, si es la perfecta Voluntad de Dios para tu vida.
> En Gálatas 3:27 le dice a la hija de Dios de que ha sido revestida:
> "Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos".
> En Colosenses 3:10 nos habla de un cambio de nuestra vieja naturaleza:
> "y revestido del nuevo, el cual conforme a la Imagen del que lo creo, se va renovando hasta el conocimiento pleno".
> Y el vv.12-14 dice:
> "vestíos pues, como escogidos de Dios santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia, soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto".
> Si estás revestida de Cristo de tal forma que para verte a ti haya que ver y encontrar a Cristo primero. te aseguro la ¡VICTORIA!
> No hay otro mejor que luche por ti.
> No hay otro mejor que sirva de filtro para ti, desechando lo que no conviene.
> No hay otro mejor que te conozca y sepa lo que deseas y te hará feliz.
> No hay otro mejor que cuide y complazca los deseos del corazón de su hija amada y apreciada.
> No hay otro mejor, pues El ya te amó primero a ti, mucho antes que tu le amaras a Él.
> No hay otro mejor, pues te demostró con su propia y terrible muerte en la cruz lo especial que eres.
> No hay mejor coraza para detener cualquier daño a nuestra vida, que Cristo, el maligno no nos toca.
> No hay nada mejor que Cristo, que conoce y tiene el control del futuro.
> ¡Joven soltera, todavía estás a tiempo!
> ¡Cambia tu vestido por Cristo y no te arrepentirás!

Oración y Próposito del día

" Jesus, mestranos tu corazón hacia los pecadores. Que conzcamos como tu no juzgas a las personas, sino que rompes con tu amor el mal que las arropa. Que no caigamos en la tentación de condenar a los demas sintiendonos justos, y que sepamos reconocer nuestras propias debilidades."

Proposito del día

"Dejar de Juzgar a las personas que me rodean."

Evangelio Lunes 21-06-10, Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 1-5

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"No juzguen, para que Dios no los juzgue; porque Dios los juzgará del mismo modo que ustedes hayan juzgado y los medirá con la medida con que hayan medido a los demás.
¿Cómo es que ves la basura en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que hay en el tuyo? O ¿Cómo dices a tu hermano: "Deja que te saque la basura del ojo", si tienes una viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver para sacar la basura del ojo de tu hermano".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión


Debemos aprender a excusar los defectos, quizá patentes e innegables, de quienes tratamos a diario, de tal manera que no nos separemos de ellos ni dejemos de apreciarlos a causa de sus fallos o incorrecciones. Aprendamos del Señor, que “no pudiendo de ninguna forma excusar el pecado de quienes le habían puesto en la cruz, trata sin embargo de aminorar la malicia, alegando su ignorancia. Cuando no podamos nosotros excusar el pecado, juzguémosle a lo menos digno de compasión, atribuyéndolo a la causa más tolerante que pueda aplicársele, como lo es la ignorancia o la flaqueza”3.
Si nos ejercitamos en ver las cualidades del prójimo, descubriremos que esas deficiencias en su carácter, esas faltas en su comportamiento son, de ordinario, de escaso relieve en comparación con las virtudes que posee. Esta actitud positiva, justa, ante quienes tratamos habitualmente, nos ayudará mucho a acercarnos más al Señor, pues creceremos en mortificación interior, en caridad y en humildad. “Procuremos siempre –aconsejaba Santa Teresa– mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros, y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados. Es una manera de obrar que, aunque luego no se haga con perfección, se viene a ganar una gran virtud, que es tener a todos por mejores que nosotros, y comiénzase a ganar por aquí el favor de Dios”4.
Ante las deficiencias de los demás, incluso ante los mismos pecados externos (murmuraciones, faltas de laboriosidad...), hemos de adoptar una actitud positiva: rezar en primer lugar por ellos, desagraviar al Señor, ejercitar la paciencia y la fortaleza, quererles y apreciarles más, porque más lo necesitan; ayudarles lealmente con la corrección fraterna.

Amar a los demás, con sus defectos también, es cumplir la Ley de Cristo, pues toda la Ley se resume en un solo precepto, en este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo5, y no dice este mandamiento de Jesús que se ha de amar solo a quienes carecen de defectos o a quienes tienen determinadas virtudes. El Señor nos pide que sepamos apreciar en primer lugar, porque la caridad es ordenada, a quien Dios ha puesto a nuestro lado por razones de parentesco, de trabajo, de amistad, de vecindad... Esta caridad tomará acentos y notas particulares según los lazos que nos unan, pero en todo caso nuestra actitud ha de ser siempre abierta, amistosa, con deseos de ayudar a todos. Y no se trata de vivir esta virtud con personas ideales, sino con quienes habitualmente convivimos, trabajamos o encontramos en la calle a la hora de mayor tráfico, o cuando los transportes públicos van sobrecargados. A veces nos hallaremos –quizá en el mismo hogar, en la misma oficina– a personas que tienen mal carácter o están algo enfermas o cansadas, o son egoístas y envidiosas... Se trata de convivir, de apreciar y de ayudar a esas personas concretas y reales.

Entre los muchos motivos para dar gracias a Dios, ojalá podamos contar también con el de tener personas a nuestro lado que sepan decirnos oportunamente lo que hacemos mal y lo que podemos y debemos hacer mejor, en una crítica amiga y honesta.

miércoles, 28 de abril de 2010

¿Cuál es el momento más feliz de tu vida?

La diplomática y ex-estrella infantil, Shirley Temple Black contó una historia sobre su marido, Charles y la mamá de este. Cuando Charles era niño, preguntó a su madre cuál era el momento más feliz de su vida.

--Este momento, ahora mismo--respondió ella.

--Pero, ¿qué de todos los momentos felices de tu vida?--dijo sorprendido--¿Qué del día de tu matrimonio?

--En ese entonces mi momento más feliz fue ese--respondió ella--. Ahora mi momento más feliz es ahora. Solo puedes vivir realmente el momento en el que estás. Por eso para mí siempre es ese el momento más feliz.

La madre de Charles Black mostró sabiduría al decir esto. Cuando usted se enfoca en el pasado o en el futuro, le resta potencial al presente. Pero cuando presta atención a lo que está ocurriendo en el momento y trata de tener una actitud positiva al respecto, usted se abre a todas las posibilidades que contiene el presente.

Maxwell, J. C. 2003; 2003. El mapa para alcanzar el éxito; Your Road Map for Success . Thomas Nelson, Inc.

Hoy es un día clave. No permitas que las experiencias de ayer te roben la oportunidad de ver las bellezas de hoy. Muchas personas viven mirando hacia atrás y en ese desespero, pierden de vista las bellas flores al lado del camino que hoy transitan. Que este sea el día feliz de tu vida y recuerda, solo Jesús te da la verdadera felicidad.

Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz. Salmo 36:9

He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida. Salmo 54:4

Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos. Salmo 63:4

evangelio Miercoles 28-04-10, Jn 12,44-50

En aquel tiempo, Jesús gritó y dijo: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; y el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado. Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas. Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la Palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el último día; porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí».

Reflexión

El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado

Hoy, Jesús grita; grita como quien dice palabras que deben ser escuchadas claramente por todos. Su grito sintetiza su misión salvadora, pues ha venido para «salvar al mundo» (Jn 12,47), pero no por sí mismo sino en nombre del «Padre que me ha enviado y me ha mandado lo que tengo que decir y hablar» (Jn 12,49).

Todavía no hace un mes que celebrábamos el Triduo Pascual: ¡cuán presente estuvo el Padre en la hora extrema, la hora de la Cruz! Como ha escrito Juan Pablo II, «Jesús, abrumado por la previsión de la prueba que le espera, solo ante Dios, lo invoca con su habitual y tierna expresión de confianza: ‘Abbá, Padre’». En las siguientes horas, se hace patente el estrecho diálogo del Hijo con el Padre: «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34); «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» (Lc 23,46).

La importancia de esta obra del Padre y de su enviado, se merece la respuesta personal de quien escucha. Esta respuesta es el creer, es decir, la fe (cf. Jn 12,44); fe que nos da —por el mismo Jesús— la luz para no seguir en tinieblas. Por el contrario, el que rechaza todos estos dones y manifestaciones, y no guarda esas palabras «ya tiene quien le juzgue: la Palabra» (Jn 12,48).

Aceptar a Jesús, entonces, es creer, ver, escuchar al Padre, significa no estar en tinieblas, obedecer el mandato de vida eterna. Bien nos viene la amonestación de san Juan de la Cruz: «El Padre todo nos lo habló junto y de una vez por esta sola Palabra (...). Por lo cual, el que ahora quisiese preguntar a Dios, o querer alguna visión o revelación, no sólo sería una necedad, sino que haría agravio a Dios, no poniendo los ojos totalmente en Cristo, evitando querer otra alguna cosa o novedad».

lunes, 26 de abril de 2010

Evangelio Lunes 26-04-10, Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo les aseguro que el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otro lado, es un ladrón, un bandido; pero el que entra por la puerta, ése es el pastor de las ovejas. A ése le abre el que cuida la puerta, y las ovejas reconocen su voz; él llama a cada una por su nombre y las conduce afuera. Y cuando ha sacado a todas sus ovejas, camina delante de ellas, y ellas lo siguen, porque conocen su voz. Pero a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños".

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron lo que les quería decir. Por eso añadió: "Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes que yo, son ladrones y bandidos; pero mis ovejas no los han escuchado.

Yo soy la puerta; quien entre por mí se salvará, podrá entrar y salir y encontrará pastos. El ladrón sólo viene a robar, a matar y a destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia".

Reflexión

El Señor nos manifiesta que su venida al mundo está relacionada con la donación de la vida plena; Jesús da la vida, para que nosotros tengamos vida, es decir, él muere en la cruz para que nosotros podamos vivir en la esperanza de la vida eterna, una vida que no termina, ni mengua ni acaba porque es la contemplación de Dios cara a cara. La vida eterna, como don divino, es la continuación de la vida que obtenemos por el amor de nuestros padres. Y ahora nuestro Padre celestial, nos brinda la vida que siempre quiso para nosotros desde la creación del mundo y que nosotros rechazamos con el pecado original.

jueves, 22 de abril de 2010

Evangelio Jueves 22-04-10, Jn 6,44-51

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre, que me ha enviado; y a ése Yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Todos serán discípulos de Dios. Todo aquel que escucha al Padre y aprende de Él, se acerca a mí. No es que alguien haya visto al Padre, fuera de Aquél que procede de Dios. Ese sí ha visto al Padre. Yo les aseguro: el que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron. Este es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre, y el pan que Yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida».


Petición

Jesús, ayúdame a vivir siempre en comunión contigo, por medio de la fe y de la adhesión a tu voluntad, a pesar de mis deficiencias.

Reflexión

Jesús nos enseñó a invocar a Dios como Padre. Él es el origen de todo lo que existe, de Él proviene todo lo que somos y tenemos. Como Padre, Él es toda bondad y solicitud amorosa por cada uno de nosotros. Con su vida, Jesús nos enseñó a relacionarnos con el Padre con un verdadero espíritu filial y cariñoso. En cada página del Evangelio vemos a Jesús volviendo su corazón constantemente al Padre; la motivación y el fin de todas sus actividades era complacerle y glorificarle. Ahora pensemos si en nuestra vida buscamos darle la primacía a Dios. ¿Podemos decir que nuestra dependencia de Dios es como la de Jesús? Como Cristo, ¿buscamos en todo momento agradar a nuestro Padre? Por otra parte, el evangelista san Juan nos presenta la fe como el inicio de la vida eterna. El que cree en Jesús tiene una nueva vida. La auténtica fe nos hace llevar una existencia diferente, nos impulsa a iluminar los acontecimientos de la vida de cara a la eternidad que nos aguarda.

Propósito

Rezar un Padre nuestro varias veces al día para expresarle a Dios mi deseo de agradarle en todo.

miércoles, 21 de abril de 2010

Actividades de la Iglesia Santisima Trinidad

Asamblea General de Comunidades

FECHA: Miércoles 21 de Abril
HORARIO: 8pm
LUGAR: Parroquia Santísima Trinidad

Tema: ¿ Me amas mas que estos? Lecturas: Hechosa 4,32-37 Evangelio Juan 21 , 1-19 ( salmo 99) Encargados: Accion Social


Convivencia Tu y Yo,Nosootros

FECHA: Viernes 23 de Abril al Domingo 25 de Abril
HORARIO: Vienes de 7pm a 10pm, Sabado 8am a 5pm y en la Noche de 8:30pm a 12:pm, Domingo de 9am a 1pm
LUGAR: Casa Curial

Es un fin de Semana para compartir con tu Esposo(a) y dedicarse tiempo de calidad para tratar temas que los atañen como pareja Costo:$2500 p/pareja Incluye: Refrigerio y Almuerzos

Peregrinación a la Parroquia Santo Cura de Ars

FECHA: Sábado 24 de Abril
HORARIO: 8:30 AM
LUGAR: Parroquia

PEREGRINACIÓN A LA PARROQUIA SANTO CURA DE ARS DÍA : SÁBADO 24 DE ABRIL HORA: 9:00 am A 12:00 pm PUNTO DE PARTIDA: PARROQUIA SANTÍSIMA TRINIDAD 8:30 AM HABRÁN 4 AUTOBUSES 1-CLAUSTROS DEL 1-8 2-CLAUSTROS DEL 9-15 3-EL MANGUITO 4-ADULTOS MIXTOS PRECIO: RD $150.00 POR PERS.


Convivencia Flía. Joven

FECHA: Sábado 24 de Abril al Domingo 25 de Abril
HORARIO: Sabado de 8am a 5:30pm y Domingo 8am a 1pm
LUGAR: el carmelito

Convivencia para familia con niños menores de 12 años, temas relacionados a la pareja y a la relacion padre e hijos Costo:$2000 p/persona Incluye: Refrigerio y Almuerzo

Creo en Dios Padre


FECHA: Sábado 24 de Abril al Domingo 25 de Abril
HORARIO: Sabado de 8am a 5:30pm y Domingo 8:30am a 1pm
LUGAR: El Carmelo

1er Retiro del Cilo del los Credo Costo:$ 700 p/persona Incluye: Refrigerio y Almuerzo


Convivencia Familia Amiga

FECHA: Sábado 24 de Abril al Domingo 25 de Abril
HORARIO: Sabado de 8am a 5pm y Domingo 8am a12pm
LUGAR: Imca

Convivencia Dirigida a parejas con Hijos entre 12 y 18 años, participan las parejas con hijos entre esas edades.(Deben participar pareja e hijos) Costo:$ 1500 P/Familia Incluye: Refrigerios y Almuerzo


Eucaristia Contemplativa

FECHA: Jueves 6 de Mayo
HORARIO: 8pm
LUGAR: La Capilla del Santisimo

ORACION Y PROPOSITO DEL DIA

Dame tus ojos, Señor, quiero ver como tú ves; dame tu entendimiento, pues quiero entender, como tú entiendes; y dame tu corazón, para tener tus mismos sentimientos.

Quiero permanecer en quietud de corazón a la hora de la tribulación, sabiendo que es tu mano la que me moldea, que es tu toque divino el que está haciendo todo siempre nuevo. Enséñame a permanecer en paz mientras está la tormenta y dejándote actuar pues sé que es ahí donde tu poder se manifiesta con mayor majestad.

Propósito del día

"Ver los signos de la presencia de Dios a mi alrededor".

Evangelio Miercoles 21-04-10, Juan 6, 35-40.

En aquel tiempo dijo Jesús a la gente: Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis. Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día. Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.


Reflexión


Todo el que vea al Hijo de Dios y crea en Él, es decir, quien lo reconoce y acoge mediante la fe, tendrá la vida eterna y resucitará en el último día. La fe es un don de Dios que nos dispone para asentir a las verdades reveladas por Dios. No es algo que se logre por un mero esfuerzo humano.
Pero es necesaria nuestra colaboración con Dios. Dios ha querido sentir necesidad de nosotros.

Hay cristianos que son como esos cantos redondos de los ríos, que a lo mejor llevan años dentro del agua, pero se rompen y en su interior están completamente secos. La falta no está en el cristianismo sino en esos corazones que son como el de los judíos del evangelio: "han visto pero no han creído".

Nada hemos de valorar tanto como este regalo de la fe. Por defender la fe, se da incluso la vida, como tantas veces ha ocurrido a lo largo de los siglos.

Pero no nos sintamos solos. Cristo nos espera con los brazos abiertos, porque quien camina hacia Él por la fe, nunca será rechazado.

miércoles, 14 de abril de 2010

ORACION Y PROPOSITO DEL DIA

" Señor, tu nos presentas a un Dios de amor. tU nos invitas a creer, sabiendo que la fe es un encuentro contigo y con los dones que nos regala el padre junto contigo. Ayudanos a creer en tu amor y a responder a el dandonos a los necesitados y a aquellos que sentimos que no merecen nuestro amor. Amén.

Propósito del día

"Tener un gesto de cariño con alguna persona necesitada."

Evangelio Miercoes 14-04-10, Juan 3, 16-21

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que creee en Él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios. Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios».

Reflexión

La oscuridad nos inquieta. La luz, en cambio, nos da seguridad. En la oscuridad no sabemos dónde estamos. En la luz podemos encontrar un camino. En pocas líneas, el Evangelio nos presenta los dos grandes misterios de nuestra historia. Por un lado, “tanto amó Dios al mundo”. Sin que lo mereciéramos, nos entregó lo más amado. Aún más, se entregó a sí mismo para darnos la vida. Cristo vino al mundo para iluminar nuestra existencia. Y en contraste, “vino la luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz”. No acabamos de darnos cuenta de lo que significa este amor de Dios, inmenso, gratuito, desinteresado, un amor hasta el extremo.

El infinito amor de Dios se encuentra con el drama de nuestra libertad que a veces elige el mal, la oscuridad, aún a pesar de desear ardientemente estar en la luz. Pero precisamente, Cristo no ha venido para condenar sino para salvarnos. Viene a ser luz en un mundo entenebrecido por el pecado, quiere dar sentido a nuestro caminar.

Obrar en la verdad es la mejor manera de vivir en la luz. Y obrar en la verdad es vivir en el amor. Dejarnos penetrar por el amor de Dios “que entregó a su Hijo unigénito”, y buscar corresponderle con nuestra entrega.

martes, 6 de abril de 2010

Proposito del Día

" Ver a Jesús en las personas que más me cuesta reconocerlo".

Evangelio Martes 06-04-10, Juan 20, 11-18

El día de la resurrección, María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron: "¿Por qué estás llorando, mujer?" Ella les contestó: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto".

Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie; pero no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo: "Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?" Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió: "Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto". Jesús le dijo: "¡María!" Ella se volvió y exclamó: "¡Rabuní!", que en hebreo significa 'maestro'. Jesús le dijo: "Déjame ya, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: ‘Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios."

María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que había visto al Señor y para darles su mensaje.

Reflexión

En los últimos años, la Iglesia ha insistido continuamente en la importantísima función que tienen los laicos dentro del proyecto salvífico de Dios como ANUNCIADORES Y TESTIGOS de la resurrección de Cristo, como nos lo muestra hoy el evangelio. Jesús se le revela a María Magdalena y la envía como evangelizadora, como anunciadora de la gran noticia: "Está vivo, resucitó, yo lo he visto". Es, pues, necesario que cada uno de nosotros, como María Magdalena, tomemos nuestro papel en este anuncio. Ninguna lengua se puede quedar callada: Cristo está vivo. Esto significa que la muerte y el pecado han sido vencidos, que el poder de Dios guía nuestra vida, y que si vivimos y morimos con él, reinaremos. ¡Aleluya hermanos: ha resucitado!

lunes, 5 de abril de 2010

Proposito del Día

"Tener un gesto de cariño con alguna mujer cuya vida nos hable de como es que Dios actua entre nosotros."

Evangelio Lunes 05-04-10, San mateo 28, 8-15

Después de escuchar las palabras del ángel, las mujeres se alejaron a toda prisa del sepulcro, y llenas de temor y de gran alegría, corrieron a dar la noticia a los discípulos. Pero de repente Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron.
Entonces les dijo Jesús:
"No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea. Allá me verán".
Mientras las mujeres iban de camino, algunos soldados de la guardia fueron a la ciudad y dieron parte a los sumos sacerdotes de todo lo ocurrido
Estos se reunieron con los ancianos, y juntos acordaron dar una fuerte suma de dinero a los soldados, con estas instrucciones:
"Digan: 'Durante la noche, estando nosotros dormidos, llegaron sus discípulos y se robaron el cuerpo'. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos arreglaremos con él y les evitaremos cualquier complicación".
Ellos tomaron el dinero y actuaron conforme a las instrucciones recibidas. Esta versión de los soldados se ha ido difundiendo entre los judíos hasta el día de hoy.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

Si este texto se escribiera en un diario de hoy, podría ser titulado: "Roban el cadáver de uno de los crucificados el viernes pasado" . Esa era la historia oficial que todavía circulaba cincuenta años después cuando se escribió el evangelio de Mateo. Sin embargo había otra historia que contaban las mujeres en las comunidades: el Señor resucitó. Y esta versión es la que ha corrido durante más de 2000 años y ha llegado hasta nosotros hoy.

La fe en que, ese Jesús que fue crucificado ha resucitado, es un don de Dios, que exige una respuesta y obliga a una tarea. Nadie puede creer en Jesús si el Espíritu Santo no actúa con su gracia. Gracia que significa vida y gracia que significa gratis. "Amor saca amor" decía santa Teresa. Debemos responder al amor. Quienes creemos que Jesús está vivo queremos comprometernos en la tarea de servir al reino, no por merecer recompensas sino por "urgencia retributiva" (J. Sobrino) En medio de nuestras desesperanzas y miedos, Jesús nos dice: "No teman. Alégrense. Vuelvan al comienzo del camino y recórranlo nuevamente llenos de esperanza". Y en la misión de hacer presente el reino experimentaremos con certeza que el Señor resucitó.

jueves, 1 de abril de 2010

Evangelio Jueves 1-04-10, Jn 13,1-15

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.

Llega a Simón Pedro; éste le dice: «Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?». Jesús le respondió: «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora: lo comprenderás más tarde». Le dice Pedro: «No me lavarás los pies jamás». Jesús le respondió: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo». Le dice Simón Pedro: «Señor, no sólo los pies, sino hasta las manos y la cabeza». Jesús le dice: «El que se ha bañado, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos». Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: «No estáis limpios todos».

Después que les lavó los pies, tomó sus vestidos, volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros».

Reflexión

Si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros

Hoy recordamos aquel primer Jueves Santo de la historia, en el que Jesucristo se reúne con sus discípulos para celebrar la Pascua. Entonces inauguró la nueva Pascua de la nueva Alianza, en la que se ofrece en sacrificio por la salvación de todos.

En la Santa Cena, al mismo tiempo que la Eucaristía, Cristo instituye el sacerdocio ministerial. Mediante éste, se podrá perpetuar el sacramento de la Eucaristía. El prefacio de la Misa Crismal nos revela el sentido: «Él elige a algunos para hacerlos partícipes de su ministerio santo; para que renueven el sacrificio de la redención, alimenten a tu pueblo con tu Palabra y lo reconforten con tus sacramentos».

Y aquel mismo Jueves, Jesús nos da el mandamiento del amor: «Amaos unos a otros como yo os he amado» (Jn 13,34). Antes, el amor se fundamentaba en la recompensa esperada a cambio, o en el cumplimiento de una norma impuesta. Ahora, el amor cristiano se fundamenta en Cristo. Él nos ama hasta dar la vida: ésta ha de ser la medida del amor del discípulo y ésta ha de ser la señal, la característica del reconocimiento cristiano.

Pero, el hombre no tiene capacidad para amar así. No es simplemente fruto de un esfuerzo, sino don de Dios. Afortunadamente, Él es Amor y —al mismo tiempo— fuente de amor, que se nos da en el Pan Eucarístico.

Finalmente, hoy contemplamos el lavatorio de los pies. En actitud de siervo, Jesús lava los pies de los Apóstoles, y les recomienda que lo hagan los unos con los otros (cf. Jn 13,14). Hay algo más que una lección de humildad en este gesto del Maestro. Es como una anticipación, como un símbolo de la Pasión, de la humillación total que sufrirá para salvar a todos los hombres.

El teólogo Romano Guardini dice que «la actitud del pequeño que se inclina ante el grande, todavía no es humildad. Es, simplemente, verdad. El grande que se humilla ante el pequeño es el verdaderamente humilde». Por esto, Jesucristo es auténticamente humilde. Ante este Cristo humilde nuestros moldes se rompen. Jesucristo invierte los valores meramente humanos y nos invita a seguirlo para construir un mundo nuevo y diferente desde el servicio.

lunes, 29 de marzo de 2010

Evangelio Lunes 29-03-10, Juan 12, 1-11

Seis días antes de la Pascua, Jesús se fue a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos. Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume. Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que lo había de entregar: «¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres?» Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella. Jesús dijo: «Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura. Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre tendréis». Gran número de judíos supieron que Jesús estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron dar muerte también a Lázaro, porque a causa de él muchos judíos se les iban y creían en Jesús.


Reflexión


Jesús se encuentra con sus amigos. Yo soy su amigo. Sale a mi encuentro.
Es Él quien va a Betania y quien viene a tocar a mi puerta. Desea sentarse a mi mesa, partir el pan conmigo, hablar conmigo.

Toca a la puerta de mi corazón para iluminarlo y consolarlo: "Sólo Él tiene palabras de vida eterna" No sólo está a mi lado: me lleva en sus brazos para que las asperezas, las piedras y el barro no me salpiquen y no me hagan tropezar y caer, si yo quiero.

Y, aunque cayera, su amor no disminuiría, incluso me amaría más. Limpiaría mis heridas y manchas del camino. Él sería una María de Betania para con nosotros, nos perfumaría los pies y la cabeza. ¿No deberíamos nosotros hacer lo mismo?

Ponernos a sus pies y llorar. Llorar por la tristeza de ofenderle y llorar por la alegría de su perdón. Las lágrimas son la mejor oración que podemos elevar a Dios. Y, también, perfumar sus pies; que el perfume de nuestras buenas obras y el ungüento de nuestro perdón sean dignos de un Dios tan misericordioso. Como Él perdona, así perdonar a quienes nos ofenden.

No nos fijemos en el "derroche" de este caro perfume. Es un perfume que nunca se acaba si es a Cristo a quien lo ofrecemos. Obrando así prepararemos la sepultura del Señor, su resurrección y su permanencia entre nosotros.

viernes, 26 de marzo de 2010

Evangelio Viernes 26-03-10, Jn 10,31-42

En aquel tiempo, los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle. Jesús les dijo: «Muchas obras buenas que vienen del Padre os he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?». Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios». Jesús les respondió: «¿No está escrito en vuestra Ley: ‘Yo he dicho: dioses sois’? Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la Palabra de Dios —y no puede fallar la Escritura— a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le decís que blasfema por haber dicho: ‘Yo soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre». Querían de nuevo prenderle, pero se les escapó de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado antes bautizando, y se quedó allí. Muchos fueron donde Él y decían: «Juan no realizó ninguna señal, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad». Y muchos allí creyeron en Él.

Reflexión

¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?

Hoy viernes, cuando sólo falta una semana para conmemorar la muerte del Señor, el Evangelio nos presenta los motivos de su condena. Jesús trata de mostrar la verdad, pero los judíos lo tienen por blasfemo y reo de lapidación. Jesús habla de las obras que realiza, obras de Dios que lo acreditan, de cómo puede darse a sí mismo el título de “Hijo de Dios”... Sin embargo, habla desde unas categorías difíciles de entender para sus adversarios: “estar en la verdad”, “escuchar su voz”...; les habla desde el seguimiento y el compromiso con su persona que hacen que Jesús sea conocido y amado —«Maestro, ¿dónde vives?», le preguntaron los discípulos al inicio de su ministerio (Jn 1,38)—. Pero todo parece inútil: es tan grande lo que Jesús intenta decir que no pueden entenderlo, solamente lo podrán comprender los pequeños y sencillos, porque el Reino está escondido a los sabios y entendidos.

Jesús lucha por presentar argumentos que puedan aceptar, pero el intento es en vano. En el fondo, morirá por decir la verdad sobre sí mismo, por ser fiel a sí mismo, a su identidad y a su misión. Como profeta, presentará una llamada a la conversión y será rechazado, un nuevo rostro de Dios y será escupido, una nueva fraternidad y será abandonado.

De nuevo se alza la Cruz del Señor con toda su fuerza como estandarte verdadero, como única razón indiscutible: «¡Oh admirable virtud de la santa cruz! ¡Oh inefable gloria del Padre! En ella podemos considerar el tribunal del Señor, el juicio del mundo y el poder del crucificado. ¡Oh, sí, Señor: atrajiste a ti todas las cosas cuando, teniendo extendidas todo el día tus manos hacia el pueblo incrédulo y rebelde (cf. Is 65,2), el universo entero comprendió que debía rendir homenaje a tu majestad!» (San León Magno). Jesús ha de huir al otro lado del Jordán y quienes de veras creen el Él se trasladan allí dispuestos a seguirle y a escucharle.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Evangelio Miercoles 24-03-10, Juan 8, 31-42

En aquel tiempo dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres». Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres. Ya sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Palabra no prende en vosotros. Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído donde vuestro padre». Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abraham». Jesús les dice: «Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero tratáis de matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre». Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios». Jesús les respondió: «Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que Él me ha enviado.


Reflexión


Es una cosa muy triste. Es lo único que le pude decir en ese momento a una amiga que me contó cómo su hermano se había metido en las drogas; antes era un chico muy divertido y alegre, un poco trasto en los estudios, cosa que se lo perdonábamos; pero jamás creí que podía llegar hasta tal extremo; yacía tirado junto a un árbol, su padre le había echado de casa y su hermana lloraba desconsolada apoyada sobre mi hombro. Al cabo de un año murió de sobredosis, fue incapaz de salir de la droga a pesar de todas las ayudas.

Y es que como dice el evangelio, el pecado nos hace esclavos; el pecado llama a otro pecado y así hasta que se hace imposible salir. Así sucede en la vida del cristiano que no está atento; de pequeño era fervoroso y hasta casi le daba gusto ir a la Iglesia, después con el tiempo se fue enfriando, a veces dejaba la misa dominical y poco a poco la dejó del todo; luego se confesaba una vez al año e iba a la Iglesia sólo para las bodas y los entierros, hasta que llegó a una edad en que se consideró maduro del todo y se dijo a sí mismo: ya no necesito de esto que llaman religión.

Jesús nos lo advierte en el evangelio de hoy para que no nos hagamos esclavos del pecado, sino que como la Virgen seamos fieles a Dios, que en cada momento nos pide nuestra libre y generosa disponibilidad para cumplir su Voluntad.

martes, 23 de marzo de 2010

Evangelio Martes 23-3-10, Juan 8, 21-30

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo me voy y ustedes me buscarán, pero morirán en su pecado. A donde yo voy, ustedes no pueden venir". Dijeron entonces los judíos: "¿Estará pensando en suicidarse y por eso nos dice: ‘A donde yo voy, ustedes no pueden venir‘?" Pero Jesús añadió: "Ustedes son de aquí abajo y yo soy de allá arriba; ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Se lo acabo de decir: morirán en sus pecados, porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados".

Los judíos le preguntaron: "Entonces ¿quién eres tú?" Jesús les respondió: "Precisamente eso que les estoy diciendo. Mucho es lo que tengo que decir de ustedes y mucho que condenar. El que me ha enviado es veraz y lo que yo le he oído decir a él es lo que digo al mundo". Ellos no comprendieron que hablaba del Padre.

Jesús prosiguió: "Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán que Yo Soy y que no hago nada por mi cuenta; lo que el Padre me enseñó, eso digo. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él le agrada". Después de decir estas palabras, muchos creyeron en él.


Reflexión

De la misma manera que para los judíos -y en general para los contemporáneos de Jesús- les resultaba difícil el creer que el "hombre" que se presentaba ante ellos era el mismo YHVH, es decir "Yo Soy", así para muchos resulta imposible que el pedacito de pan que está sobre el altar después de la consagración sea ese mismo YHVH, sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre. Quizás esa sea la causa de que, así como Cristo fue despreciado en su humanidad, hoy no se valore e incluso sea despreciada la Sagrada Comunión por muchos "cristianos" (y ni qué decir de los que no conocen a Cristo). Llama la atención la poca devoción con la que algunos cristianos se acercan a recibir a Jesús Eucaristía. ¿Será que piensan que no es posible que ese sea el mismo que ahora reina por los siglos de los siglos?

La oración que decimos antes de comulgar causó la curación de un enfermo, pues quien la pronunció creyó verdaderamente que se encontraba ante "Dios", para quien nada es imposible. Pensemos cuantas cosas pasarían en nuestra vida, en nuestros enfermos si nosotros tuviéramos la fe del Centurión, y viéramos en la hostia a "Yo Soy", al mismo Jesús, para quien todo es posible. Ojalá y, como en el evangelio, después de estas palabras muchos crean en él.

lunes, 22 de marzo de 2010

Evangelio Lunes 22-03-10, Juan 8, 11-20

En aquel tiempo, Jesús les habló otra vez a los fariseos diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida». Los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale». Jesús les respondió: «Aunque yo dé testimonio de mí mismo, mi testimonio vale, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy. Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie; y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado. Y en vuestra Ley está escrito que el testimonio de dos personas es válido. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo y también el que me ha enviado, el Padre, da testimonio de mí».

Entonces le decían: «¿Dónde está tu Padre?». Respondió Jesús: «No me conocéis ni a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre». Estas palabras las pronunció en el Tesoro, mientras enseñaba en el Templo. Y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.

Reflexión

Hoy, Jesús nos da una definición de Él mismo, que llena de sentido la vida de quienes, a pesar de nuestras deficiencias, le queremos seguir: «Yo soy la luz del mundo» (Jn 8,12). La persona de Jesús, sus enseñanzas, sus ejemplos de vida son luz que ilumina toda nuestra existencia, tanto en las horas buenas, como en las de sufrimiento o contradicción.

¿Qué quiere decir esto? Pues que en cualquier circunstancia en que nos encontremos, ya sea de trabajo, de relación con los otros, en nuestra relación ante Dios, ante las alegrías o las penas... podemos pensar: —¿Qué hizo Jesús en una situación semejante?; siempre podemos buscar en el Evangelio y responder: —¡Pues esto mismo haré yo! Precisamente, Juan Pablo II ha incorporado en el Santo Rosario —el “compendio del Evangelio”, como él mismo recuerda— los misterios de la vida pública de Jesús, y los ha denominado “misterios de la luz”. Así, dice el Papa: «Él es quien, declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo del Jordán, anuncia la llegada del Reino, dando testimonio de él con sus obras y proclamando sus exigencias».

Jesús es luz; quien le siga «no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida» (Jn 8,12). Como discípulos suyos, el Señor nos invita también a ser luz para el mundo; a llevar la luz de la esperanza en medio de las violencias, desconfianzas y miedos de nuestros hermanos; a llevar la luz de la fe en medio de las oscuridades, dudas e interrogantes; a llevar la luz del amor en medio de tanta mentira, rencor y apasionamiento como vemos a nuestro alrededor.

El Papa señala como telón de fondo de todos los misterios de luz, las palabras de María en las bodas de Caná: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2,5): éste es el camino para que Jesús sea luz del mundo y para que nosotros iluminemos con esta misma luz.

jueves, 18 de marzo de 2010

Evangelio Jueves 18-03-10, San Juan 5,31-47.

Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría. Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero. Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes. Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que él envió. Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí, y sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener Vida. Mi gloria no viene de los hombres. Además, yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes. He venido en nombre de mi Padre y ustedes no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ese sí lo van a recibir. ¿Cómo es posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que sólo viene de Dios? No piensen que soy yo el que los acusaré ante el Padre; el que los acusará será Moisés, en el que ustedes han puesto su esperanza. Si creyeran en Moisés, también creerían en mí, porque él ha escrito acerca de mí. Pero si no creen lo que él ha escrito, ¿cómo creerán lo que yo les digo?".



Reflexión

Dios amantísimo, buscando y preparando solícitamente la salvación de todo el género humano, con singular favor se eligió un pueblo, a quien confió sus promesas... La economía, pues, de la salvación preanunciada, narrada y explicada por los autores sagrados, se conserva como verdadera palabra de Dios en los libros del Antiguo Testamento; por lo cual estos libros inspirados por Dios conservan un valor perenne: "Pues todo cuanto está escrito, para nuestra enseñanza, fue escrito, a fin de que por la paciencia y por la consolación de las Escrituras estemos firmes en la esperanza" (Rom. 15,4).

La economía del Antiguo Testamento estaba ordenada, sobre todo, para preparar, anunciar proféticamente y significar con diversas figuras la venida de Cristo redentor universal y la del Reino Mesiánico. Mas los libros del Antiguo Testamento manifiestan a todos el conocimiento de Dios y del hombre, y las formas de obrar de Dios justo y misericordioso con los hombres, según la condición del género humano en los tiempos que precedieron a la salvación establecida por Cristo. Estos libros, aunque contengan también algunas cosas imperfectas y adaptadas a sus tiempos, demuestran, sin embargo, la verdadera pedagogía divina. Por tanto, los cris¬tianos han de recibir devotamente estos libros, que expresan el sentimiento vivo de Dios, y en los que se encierran sublimes doctrinas acerca de Dios y una sabiduría salvadora sobre la vida del hombre, y tesoros admirables de oración, y en los que, por fin, está latente el misterio de nuestra salvación.

Dios, pues, inspirador y autor de ambos Testamentos, dispuso las cosas tan sabiamente que el Nuevo Testamento está latente en el Antiguo y el Antiguo está patente en el Nuevo. Porque, aunque Cristo fundó el Nuevo Testamento en su sangre, no obstante los libros del Antiguo Testamento recibidos íntegramente en la procla¬mación evangélica, adquieren y manifiestan su plena significación en el Nuevo Testamento, ilustrándolo y explicándolo al mismo tiempo.

lunes, 15 de marzo de 2010

¿Hasta Cuando?

“Sólo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias y las crea si no las encuentra.” George Bernard Shaw

Esta es una pregunta que muchos de nosotros nos hemos hecho en la vida, recientemente en esta semana la escuche muchas veces. Es casi común oír: “¿Hasta cuando esta situación? ¿Hasta cuando esta tristeza? ¿Hasta cuando este dolor? ¿Hasta cuando voy a seguir así? ¿Por qué a mí? ¿Cuándo será que seré feliz?”

Hoy muchas personas viven en una situación de problemas tras problemas, problemas en el hogar, problemas en el trabajo, problemas con las finanzas y los problemas como que nunca acaban. La pregunta a mi parecer no es ¿Cómo resuelvo el problema? , para mi es ¿Cómo enfrento el problema? Al fin y al cabo los problemas son parte de la vida misma y como decía Albert Einstein “Los problemas que creamos lo hicimos con un nivel de pensamiento para resolverlos necesitamos tener un nuevo nivel de pensamiento.”

Si tienes problemas alégrate de estar vivo, porque el que no tiene problemas está muerto. Aun las personas que consideras que tienen éxito o que les está yendo bien en la vida enfrentan problemas. La clave es como manejo el problema, como lo enfrento. Deja ya de quejarte y preocuparte por los problemas, y aprende a confiar en Dios primeramente.

Jesús dice: “Ustedes viven siempre angustiados; siempre preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar.” Mateo 11:28 (BLS)

“Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.” 1 Pedro 5:7 (BLS)

Entendemos que el primer paso para enfrentar los problemas es aprender a descansar en Dios. Necesitamos de la paz mental para enfrentar los problemas. Si nuestros pensamientos están desordenados y confundidos no podremos avanzar, seremos presa del miedo. Cuando nuestros pensamientos están ordenados, cuando en mi corazón hay paz puedo enfrentar cualquier problema del tamaño que sea. Eso me recuerda la historia de David y Goliat, este último era un enemigo del pueblo de Israel, y durante 40 días este hombre representaba un gran problema hasta que apareció un jovencito lleno de paz que no vio el tamaño del problema sino que vio el tamaño de su Dios y se enfrentó al gigante, llegando a derrotarlo y a cortarle la cabeza. ¿Cuál es tu Goliat? Tu tienes un Goliat que puedes derrotarlo. No hay problema que no puedas enfrentar y ganarlo.

Interesante es que el segundo paso para enfrentar los problemas tiene que ver con lo que hay en tu cabeza, en tu mente. Lo más probable es que tu mente este divagando entre lo que es y lo que no es, entre lo que soy hoy y lo que me gustaría ser mañana. Hay muchas contradicciones: soy casado, quiero divorciarme y volverme a casar, o soy pobre, quiero tener mucho dinero, y así hay otros ejemplos que han generado un estado emocional de dolor y tristeza, de queja y ansiedad en nuestra vida. Para ello necesitas cambiar tu manera de pensar y alinear tus pensamientos a lo que la Biblia dice quien tú eres. Cuando sabes quien tú eres puedes hacer lo que tú quieres que pase en tu vida.

Hay personas que han sufrido grandes desgracias y han salido victoriosos, uno de ellos es Morris Goodman, quien a los 35 años era conocido como Mr Éxito. Uno de los más destacados vendedores de seguros en todo el mundo. Morris tenía éxito, fama, fortuna y un avión nuevo. Luego las cosas se dieron vuelta. Mientras intentaba aterrizar su avión la tarde del 10 de marzo de 1981 Morris se estrelló. Con su cuello roto en las vértebras C1 y C2, su espina dorsal destruida, y cada músculo de su cuerpo destruido Morris ya no podía realizar ninguna función corporal excepto parpadear sus ojos. Sus heridas fueron muy graves para haber podido sobrevivir. Pero, el hombre al que los médicos llamaron “El hombre milagro” sobrevivió con una gran fe en Dios, coraje y determinación, Morris no solamente reconstruyó su cuerpo sino también su mente y su perspectiva de la vida.

Tú decides si de los problemas vas a hacer un drama o buscas la oportunidad para crecer y aprender. Cada cosa que nos pase debemos preguntarnos ¿Qué puedo aprender? El tiempo nos irá mostrando la luz ya que las cosas pasan por alguna razón en nuestra vida. ¿Para qué Dios permite esto?

“Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que le aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.” Romanos 8:28 (BLS)

Aunque a ninguno de nosotros no nos gusten los problemas, ellos son parte de la vida, ellos forman nuestro carácter y ellos nos llevan a forjar nuestro destino de acuerdo a su plan. Hoy es el mejor día para ir tras una vida extraordinaria, la vida que Dios diseñó para ti.

evangelio Lunes 15-03-10, Juan 4, 43-54

Pasados los dos días en Samaria, partió de allí para Galilea. Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta. Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm. Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir. Entonces Jesús le dijo: «Si no veis señales y prodigios, no creéis». Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo». Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive». Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre». El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia. Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.


Reflexión


De momento a Jesús le reciben bien en Galilea, aunque Él ya es consciente de que “un profeta no es estimado en su propia patria”. En Caná, donde había hecho el primer milagro del agua convertida en vino, hace otro “signo” curando al hijo del funcionario real de Cafarnaúm. Y en este momento de nuevo aparece un extranjero con mayor fe que los judíos pues el evangelio nos dice que el hombre creyó en las palabras de Jesús y se puso en camino.

La marcha de Jesús hacia la muerte y la resurrección está sembrada de hechos en que comunica a otros la salud, la vida, la alegría. Es Dios quien desea que esta próxima Pascua sea una verdadera primavera para nosotros, incorporándonos a su Hijo porque el que está en Cristo es una nueva creación. Ha pasado lo viejo, todo es nuevo (2 Cor 5, 17).

Jesús nos quiere devolver la salud, como al hijo del funcionario real, y quiere liberarnos de toda esclavitud y tristeza perdonándonos todas nuestras faltas. Si tenemos fe, si queremos que de verdad nos cure, debemos acercarnos confiadamente para que nos llene de su gracia. Por esto, cada vez que nos disponemos a recibirle en la Eucaristía le decimos una breve oración que nos hace más humildes, “Señor, no soy digno que entres a mi casa, pero sé que basta una palabra tuya para sanarme”.


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viernes, 12 de marzo de 2010

Evangelio Viernes 12-03-10, Mc 12,28b-34

En aquel tiempo, uno de los maestros de la Ley se acercó a Jesús y le hizo esta pregunta: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?». Jesús le contestó: «El primero es: ‘Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No existe otro mandamiento mayor que éstos».

Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios». Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.

Reflexión

No existe otro mandamiento mayor que éstos

Hoy, la liturgia cuaresmal nos presenta el amor como la raíz más profunda de la autocomunicación de Dios: «El alma no puede vivir sin amor, siempre quiere amar alguna cosa, porque está hecha de amor, que yo por amor la creé» (Santa Catalina de Siena). Dios es amor todopoderoso, amor hasta el extremo, amor crucificado: «Es en la cruz donde puede contemplarse esta verdad» (Benedicto XVI). Este Evangelio no es sólo una autorevelación de cómo Dios mismo —en su Hijo— quiere ser amado. Con un mandamiento del Deutoronomio: «Ama al Señor, tu Dios» (Dt 6,5) y otro del Levítico: «Ama a los otros» (Lev 19,18), Jesús lleva a término la plenitud de la Ley. Él ama al Padre como Dios verdadero nacido del Dios verdadero y, como Verbo hecho hombre, crea la nueva Humanidad de los hijos de Dios, hermanos que se aman con el amor del Hijo.

La llamada de Jesús a la comunión y a la misión pide una participación en su misma naturaleza, es una intimidad en la que hay que introducirse. Jesús no reivindica nunca ser la meta de nuestra oración y amor. Da gracias al Padre y vive continuamente en su presencia. El misterio de Cristo atrae hacia el amor a Dios —invisible e inaccesible— mientras que, a la vez, es camino para reconocer, verdad en el amor y vida para el hermano visible y presente. Lo más valioso no son las ofrendas quemadas en el altar, sino Cristo que quema como único sacrificio y ofrenda para que seamos en Él un solo altar, un solo amor.

Esta unificación de conocimiento y de amor tejida por el Espíritu Santo permite que Dios ame en nosotros y utilice todas nuestras capacidades, y a nosotros nos concede poder amar como Cristo, con su mismo amor filial y fraterno. Lo que Dios ha unido en el amor, el hombre no lo puede separar. Ésta es la grandeza de quien se somete al Reino de Dios: el amor a uno mismo ya no es obstáculo sino éxtasis para amar al único Dios y a una multitud de hermanos.

jueves, 11 de marzo de 2010

Evangelio Jueves 11-03-10, Marcos 12, 28-34

«Se acercó uno de los escribas, que había oído la discusión y, al ver lo bien que les había respondido, le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús respondió: el primero es: Escucha, Israel, el Señor Dios nuestro es el único Señor; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.

El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Y le dijo el escriba: ¡Bien, Maestro!, con verdad has dicho que Dios es uno sólo y no hay otro fuera de Él; y amarle con todo el corazón y con toda la inteligencia y con toda la fuerza, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Viendo Jesús que le había respondido con sensatez, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y ninguno se atrevía ya a hacerle preguntas.» (Marcos 12, 28-34)

Reflexión

I. Jesús, aquí está la pregunta clave: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? ¿Qué es lo que quieres que ponga en primer lugar en mis preferencias personales? ¿Qué es lo que me hace más persona, me perfecciona más, me llena más? ¿Qué es lo que más sentido da a mi vida? «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.»

¡Es tan importante que me entere de esto, Jesús! ¿Estoy amándote con todo mi corazón o tengo el corazón dividido? ¿A quién estoy poniendo primero en mis intenciones? ¿Te busco a Ti: lo que Tú quieres, lo que Tú necesitas de mí, lo que Tú esperas de mí; o me contento con un «ir tirando» que, en el fondo, es egoísmo? ¿A quién busco realmente cuando lucho por mejorar: a Ti, porque me quieres santo, o a mí, para quedarme tranquilo, satisfecho de mí mismo o, incluso, para quedar bien ante los demás?

¿Te amo, Jesús, con toda mi mente? ¿Cuánto tiempo le dedico a mi formación doctrinal y espiritual, en comparación al que le dedico a mi formación profesional? Ya sé que no es cuestión de comparar horas, sino de la importancia que le doy a cada caso. Pero también he de dedicar horas a mi formación cristiana, y eso me cuesta. En concreto, un medio formidable para conocerte más y conocerme más a mí, es la Dirección espiritual. ¿Le dedico el tiempo y la atención que se merecen?


II. «Si de veras amases a Dios con todo tu corazón, el amor al prójimo -que a veces te resulta tan difícil- seria una consecuencia necesaria del Gran Amor. -Y no te sentirías enemigo de nadie, ni harías acepción de personas» (Forja.- 869).

Jesús, el amor a los demás es una consecuencia necesaria del amor a Ti. En el fondo, es el mismo amor: el amor de entrega a otro, que se diferencia del amor a mí mismo. Sólo se puede amar de dos maneras: dando o recibiendo. El que únicamente «ama» cuando recibe, se acaba amando sólo a sí mismo. El que sabe darse, ama a los demás y -entre ellos- es capaz de amarte a Ti. Por eso el amor a Dios y a los demás se refuerza mutuamente: si aprendo a amarte, también amaré más a los que me rodean; y si me preocupo de las necesidades de los demás, tendré más capacidad de entender y amarte a Ti, Jesús.

¿Qué hago por los que me rodean, en concreto por los más necesitados espiritual o materialmente? Cuanto más te ame, más ocasiones encontraré para servir a los demás; y cuanto más aproveche las circunstancias que me rodean para servir, más fácilmente me enamoraré de Ti.

Jesús, hoy me recuerdas que no puedo «escoger» mandamientos sueltos. «Transgredir un mandamiento es quebrantar todos los otros. No se puede honrar a otro sin bendecir a Dios su Creado. No se podría adorar a Dios sin amar a todos los hombres, que son sus criaturas. El Decálogo unifica la vida teologal y la vida social del hombre» C. I. C.-2069).

Jesús: que, como el escriba de hoy, me entere de que amarte con todo el corazón y con toda la inteligencia y con toda la fuerza, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios. De este modo, también a mí me podrás contestar: «No estás lejos del Reino de Dios.»

Evangelio Jueves 11-03-10, Marcos 12, 28-34

«Se acercó uno de los escribas, que había oído la discusión y, al ver lo bien que les había respondido, le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús respondió: el primero es: Escucha, Israel, el Señor Dios nuestro es el único Señor; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.

El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Y le dijo el escriba: ¡Bien, Maestro!, con verdad has dicho que Dios es uno sólo y no hay otro fuera de Él; y amarle con todo el corazón y con toda la inteligencia y con toda la fuerza, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Viendo Jesús que le había respondido con sensatez, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y ninguno se atrevía ya a hacerle preguntas.» (Marcos 12, 28-34)

Reflexión

I. Jesús, aquí está la pregunta clave: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? ¿Qué es lo que quieres que ponga en primer lugar en mis preferencias personales? ¿Qué es lo que me hace más persona, me perfecciona más, me llena más? ¿Qué es lo que más sentido da a mi vida? «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.»

¡Es tan importante que me entere de esto, Jesús! ¿Estoy amándote con todo mi corazón o tengo el corazón dividido? ¿A quién estoy poniendo primero en mis intenciones? ¿Te busco a Ti: lo que Tú quieres, lo que Tú necesitas de mí, lo que Tú esperas de mí; o me contento con un «ir tirando» que, en el fondo, es egoísmo? ¿A quién busco realmente cuando lucho por mejorar: a Ti, porque me quieres santo, o a mí, para quedarme tranquilo, satisfecho de mí mismo o, incluso, para quedar bien ante los demás?

¿Te amo, Jesús, con toda mi mente? ¿Cuánto tiempo le dedico a mi formación doctrinal y espiritual, en comparación al que le dedico a mi formación profesional? Ya sé que no es cuestión de comparar horas, sino de la importancia que le doy a cada caso. Pero también he de dedicar horas a mi formación cristiana, y eso me cuesta. En concreto, un medio formidable para conocerte más y conocerme más a mí, es la Dirección espiritual. ¿Le dedico el tiempo y la atención que se merecen?


II. «Si de veras amases a Dios con todo tu corazón, el amor al prójimo -que a veces te resulta tan difícil- seria una consecuencia necesaria del Gran Amor. -Y no te sentirías enemigo de nadie, ni harías acepción de personas» (Forja.- 869).

Jesús, el amor a los demás es una consecuencia necesaria del amor a Ti. En el fondo, es el mismo amor: el amor de entrega a otro, que se diferencia del amor a mí mismo. Sólo se puede amar de dos maneras: dando o recibiendo. El que únicamente «ama» cuando recibe, se acaba amando sólo a sí mismo. El que sabe darse, ama a los demás y -entre ellos- es capaz de amarte a Ti. Por eso el amor a Dios y a los demás se refuerza mutuamente: si aprendo a amarte, también amaré más a los que me rodean; y si me preocupo de las necesidades de los demás, tendré más capacidad de entender y amarte a Ti, Jesús.

¿Qué hago por los que me rodean, en concreto por los más necesitados espiritual o materialmente? Cuanto más te ame, más ocasiones encontraré para servir a los demás; y cuanto más aproveche las circunstancias que me rodean para servir, más fácilmente me enamoraré de Ti.

Jesús, hoy me recuerdas que no puedo «escoger» mandamientos sueltos. «Transgredir un mandamiento es quebrantar todos los otros. No se puede honrar a otro sin bendecir a Dios su Creado. No se podría adorar a Dios sin amar a todos los hombres, que son sus criaturas. El Decálogo unifica la vida teologal y la vida social del hombre» C. I. C.-2069).

Jesús: que, como el escriba de hoy, me entere de que amarte con todo el corazón y con toda la inteligencia y con toda la fuerza, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios. De este modo, también a mí me podrás contestar: «No estás lejos del Reino de Dios.»

lunes, 8 de marzo de 2010

Evangelio Lunes 08-03-10, Lucas 4, 24-30

En aquel tiempo, Jesús llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".

Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta una barranca del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí

Reflexión

La historia se repite, quizás, la diferencia sea que hoy la manera en que se rechaza al profeta es diferente. Hoy ya no se les busca para matarlos, simplemente se les ignora. Pensemos en cuántas veces hemos escuchado a Jesús en la Misa, en un retiro, en una conversación, etc., y cuántas veces hemos hecho caso de sus palabras. ¿Cuántas veces nos ha mandado diferentes profetas en la persona de nuestros padres, maestros, amigos, sacerdotes, buscando un cambio en nuestra vida, buscando nuestra conversión y nosotros simplemente hemos dejado que la palabra o el consejo entre por un oído y salga por otro? Ciertamente nosotros no hemos despeñado a Jesús desde la barranca, pero ¿cuántos de nosotros lo tenemos silenciado dentro de un cajón o lleno de polvo en un librero?

La Cuaresma nos invita a abrir no solo nuestro corazón, sino toda nuestra vida al mensaje de los profetas, al mensaje de Cristo, a su Evangelio y a su amor. No desaprovechemos esta oportunidad.

viernes, 5 de marzo de 2010

evangelio Viernes 5-03-10 Mateo 21, 33-43. 45-46

« En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: "Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: "A mi hijo le respetarán." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia." Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo». Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos». Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta.


Reflexión


La dramática historia de una viña

Nuestro Señor nos cuenta otra historia en el Evangelio de hoy. A Jesús le encantaba predicar por medio de parábolas porque así toda la gente le entendía con facilidad y cada uno podía sacar de ellas las enseñanzas y aplicaciones pertinentes para su propia vida.

Hoy nos narra la historia de una viña y de unos viñadores. Y también en esta ocasión se dirige a los sumos sacerdotes y a los jefes del pueblo.

Había un rico propietario que poseía una viña. Y, a pesar de ser el dueño, él mismo se encargaba de sembrarla, cuidarla, regarla, abonarla, escarbarla, etc., labores todas más propias de un jornalero que de un hacendado. Pero en estos datos encontramos un mensaje muy rico y sugerente. Con esta descripción, nuestro Señor quería recordar a sus oyentes otra historia muy parecida que ya había contado el profeta Isaías a los israelitas ocho siglos antes: la canción del amigo a su viña (Isaías 5, 1-7). Allí aparece con una claridad meridiana el mensaje: el dueño de la viña es Dios, y la cuida con infinito amor y cariño; la planta, la riega y la abona con sus propias manos; le construye una cerca para protegerla de los animales selváticos; pero, en vez de darle uvas buenas, la viña le da agrazones. Entonces Dios se queja lastimeramente: -“¿Qué más podía yo haber hecho por mi viña que no lo hiciera? ¿Entonces por qué, esperando que diera uva buena, sólo dio uvas agraces?”... La viña es el pueblo de Israel, que no corresponde a todos los cuidados con que el Señor la ha tratado: ha sido ingrata e infiel. Ésta es la viña de la que nuestro Señor habla en esta parábola.

Pero hay otro dato muy interesante: Cristo habla de viñadores crueles e inicuos, que matan a todos los enviados del dueño de la viña, hasta que, por fin, el propietario decide mandar a su propio hijo. Fijémonos muy bien en las palabras de los viñadores homicidas: “Éste es el heredero; venid, matémoslo y nos quedaremos con su herencia”. Y añade nuestro Señor: «agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron». ¿Verdad que nos queda clara la alusión a los profetas y a Jesucristo mismo? ¡Con cuán pocas pinceladas nos pinta el drama de la pasión que, dentro de poco, tendrá que padecer a manos de los judíos! También a Él lo agarrarán, lo empujarán fuera de la ciudad de Jerusalén y lo matarán colgándolo de un madero.

-“¿Y qué es lo que hará el dueño de la viña con esos viñadores?”-pregunta Jesús a los sumos sacerdotes. Y ellos se condenarán por su propia boca: -“Hará morir a esos malvados y dará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo”. ¡Ellos son esos viñadores homicidas!

Esta parábola es la historia del pueblo de Israel. Y, después de la muerte de Cristo, el pueblo judío será dispersado y la viña pasará a otras manos. El antiguo Israel desaparecerá, la nueva viña será ahora la Iglesia de Cristo y los nuevos viñadores los Apóstoles, el Papa, los obispos y los sacerdotes.

Sin embargo, esa viña también podemos ser tú y yo: tantos dones que hemos recibido de parte de Dios con tanto amor y delicadeza, y que, tal vez, no hemos respondido siempre a esos cuidados del Viñador celestial. Es más, quizá no le hayamos dado frutos buenos, sino sólo uvas amargas y podridas. Cristo está esperando que también nosotros “le demos los frutos a su tiempo”. ¿Qué frutos has dado a Dios hasta el día de hoy en tu vida? ¿Eres tú uno de esos viñadores homicidas que rechazan a Cristo con su rebeldía, incredulidad o indiferencia? Ojalá que no.

lunes, 1 de marzo de 2010

Propósito del Día

"Jesús nos invita a hacer cosas tan fuertes como rezar por los que nos tratan mal. Pero esto no es solo para ser perfectos. Si no perdonamos y rezamos hasta ese nivel, generaremos resentimientos y rencores que no pararán hasta que se conviertan en un odio. Un odio que nos destruirá."

Evangelio Lunes 1-03-10, Lucas 6, 36-38

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.

Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos".

Reflexión

El tiempo de la cuaresma nos invita a descubrirnos como pecadores, como personas necesitadas del amor y la misericordia de Dios. Y es importante llegar a ser conscientes de esta realidad, ya que solamente cuando uno reconoce lo miserable que es, su corazón se puede abrir a los hermanos. Ordinariamente, las personas soberbias, déspotas y egoístas no han tenido nunca la experiencia de encontrarse con sus debilidades y darse cuenta que, no sólo no son mejores que las gentes a las que han juzgado o maltratado, sino que, incluso muchas veces han sido peores que ellas mismas.

Cuando sientas el impulso de juzgar o de condenar, mira un poco en tu interior y descubrirás que no eres mejor que los demás, y que a pesar de esto, Dios te ama y te muestra su misericordia, seguramente esta mirada interior te llevará a amar, a perdonar y a ayudar a tu hermano.

viernes, 26 de febrero de 2010

Evangelio Viernes 26-02-10, Mt 5,20-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antepasados: ‘No matarás; y aquel que mate será reo ante el tribunal’. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.

»Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo».

Reflexión

Deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano

Hoy, el Señor, al hablarnos de lo que ocurre en nuestros corazones, nos incita a convertirnos. El mandamiento dice «No matarás» (Mt 5,21), pero Jesús nos recuerda que existen otras formas de privar de la vida a los demás. Podemos privar de la vida a los demás abrigando en nuestro corazón una ira excesiva hacia ellos, o al no tratarlos con respeto e insultarlos («imbécil»; «renegado»: cf. Mt 5,22).

El Señor nos llama a ser personas íntegras: «Deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano» (Mt 5,24), es decir, la fe que profesamos cuando celebramos la Liturgia debería influir en nuestra vida cotidiana y afectar a nuestra conducta. Por ello, Jesús nos pide que nos reconciliemos con nuestros enemigos. Un primer paso en el camino hacia la reconciliación es rogar por nuestros enemigos, como Jesús solicita. Si se nos hace difícil, entonces, sería bueno recordar y revivir en nuestra imaginación a Jesucristo muriendo por aquellos que nos disgustan. Si hemos sido seriamente dañados por otros, roguemos para que cicatrice el doloroso recuerdo y para conseguir la gracia de poder perdonar. Y, a la vez que rogamos, pidamos al Señor que retroceda con nosotros en el tiempo y lugar de la herida —reemplazándola con su amor— para que así seamos libres para poder perdonar.

En palabras de Benedicto XVI, «si queremos presentaros ante Él, también debemos ponernos en camino para ir al encuentro unos de otros. Por eso, es necesario aprender la gran lección del perdón: no dejar que se insinúe en el corazón la polilla del resentimiento, sino abrir el corazón a la magnanimidad de la escucha del otro, abrir el corazón a la comprensión, a la posible aceptación de sus disculpas y al generoso ofrecimiento de las propias».